Aunque el injerto capilar también es conocido como trasplante capilar, no es exactamente como una intervención de donación de órganos. Al contrario que con este tipo de cirugía, el cabello injertado se coge del propio paciente y no de un donante anónimo.
Aunque pueda parecer una traba, este proceso en realidad garantiza que el paciente no produzca ningún rechazo del injerto capilar posterior a la intervención. Ya que si tratáramos de trasplantar cabello de otra persona, los efectos podrían ser nocivos para la persona receptora.
El rechazo del injerto capilar es prácticamente inexistente
El injerto capilar es en realidad un autotrasplante, donde el propio paciente es a la vez donante y receptor. Hoy por hoy no es posible trasplantar el pelo de otra persona. Aunque esto impide el poder recibir cabello de alguien que no esté afectado por el gen de la alopecia, el autotrasplante garantiza que el paciente no presente en ningún momento rechazo del injerto capilar. Ni durante ni después de la intervención.
Esto es así porque para que el organismo identifique un cuerpo extraño como propio, este debe presentar exactamente el mismo código genético que el paciente. De lo contrario, se produce una reacción autoinmune en la que el cuerpo rechaza el órgano injertado. En estos casos, como sucede con el trasplante de órganos vitales, el paciente debe tomar medicación inmunosupresora de por vida.
No existen dos códigos genéticos iguales en el mundo, salvo por el que comparten los gemelos idénticos, quienes tienden a compartir también el mismo patrón de alopecia. Es por eso que el autotrasplante es la única opción para los pacientes de injerto capilar.
El proceso de autotrasplante capilar
En el análisis capilar inicial, el especialista identifica las áreas de la cabeza más afectadas por la calvicie, y aquellas con potencial para donar cabello. Por lo general están ubicadas en los laterales y parte de atrás del cuero cabelludo.
Una vez se calcula la viabilidad del trasplante, el médico procede a calcular el número de injertos necesarios para conseguir una densidad aceptable en las zonas con alopecia, teniendo en cuenta que esta puede variar según la extensión y las zonas que se desean cubrir.
En el día de la intervención, las unidades foliculares se extraen cuidadosamente, y se injertan inmediatamente después en las áreas receptoras. El proceso es rápido, se lleva a cabo de manera ambulatoria, y solo requiere de anestesia local, que permite que el paciente permanezca consciente en todo momento durante el trasplante.
¿Trasplantes con éxito absoluto?
Como en toda intervención quirúrgica, los médicos especialistas no pueden garantizar que los resultados finales del tratamiento vayan a ser un éxito rotundo. Cada paciente es diferente, y por consiguiente los resultados varían en función de sus circunstancias personales.
Adicionalmente, los resultados finales dependen tanto de la pericia del cirujano, como de la técnica seleccionada, y de los cuidados postoperatorios llevados a cabo por el paciente. Es fundamental seguir las recomendaciones del especialista en su totalidad para obtener los resultados deseados en los siguientes meses tras el trasplante.
En cualquier caso, entre las posibles y escasas complicaciones que podrían darse después de un trasplante de pelo, el rechazo del injerto capilar no sería una de ellas.
¿Es posible el trasplante de cabello entre familiares directos?
El carácter estético de los injertos capilares incide en la falta de necesidad de acudir a donaciones de cabello procedentes de otra persona.
En este sentido, lo más habitual es que se empleen las zonas donantes del propio paciente para llevar a cabo la cirugía capilar. Además, no cabe la posibilidad de recurrir al trasplante de pelo de otra persona, aunque sea familiar de línea directa, ya que se multiplican los riesgos de rechazo. Incluso en el caso de que el paciente tenga pocas zonas donantes en el cuero cabelludo, lo recomendable sigue siendo el injerto capilar desde otras partes del cuerpo de la propia persona.
No hay que tener miedo al rechazo del injerto capilar
El trasplante capilar FUE es una técnica sencilla y sin riesgo de rechazo, que requiere de una gran experiencia y habilidad por parte del cirujano para colocar los folículos en el cuero cabelludo de la manera correcta, minimizando el riesgo de complicaciones cicatrización y garantizando la supervivencia del mayor número de unidades foliculares posible.
Es importante que el paciente se asegure de que la clínica capilar seleccionada cuenta con los medios necesarios para garantizar su seguridad durante y después del proceso. Los especialistas tienen el deber de ofrecer la mayor confianza al paciente que quiera poner fin a sus problemas de alopecia.
Por eso mismo, es de vital importancia recurrir a los médicos y expertos adecuados. Cuando tratamos con profesionales, no tenemos por qué tener miedo de nada. De hecho solo tenemos que informarnos bien y disfrutar del proceso.
Si tienes más dudas sobre este u otros temas relacionados con el trasplante capilar no dudes en contactar a nuestro equipo de expertos.