La pérdida del cabello es un tema que suele preocupar, especialmente en otoño, época en la que la caída del pelo aumenta.
Desde que un pelo nace, crece y muere transcurren aproximadamente de 3 a 6 años. Y aunque cada vez influyen más factores externos, como los cambios hormonales o determinados tratamientos farmacológicos. Lo cierto es que la genética es la responsable de la caída normal del cabello.
Por eso mismo hemos creído oportuno escribir un post sobre mitos y verdades. Es la mejor manera de aclarar ciertos aspectos que quizá estamos creyendo de manera errónea o certera sobre la caída del cabello. Así podremos proceder a un cuidado diferente o seguir con las mismas pautas que llevamos a cabo desde hace años.
Si nos lavamos el pelo todos los días, se caerá más
Falso. Lavar el pelo todos los días no aumenta el riesgo de caída. Los expertos especificamos la importancia de lavarlo acorde con las necesidades del cuero cabelludo y cabello. Además, es importante utilizar un champú apropiado.
Por ejemplo, una persona que tenga el cabello muy graso deberá combinar un champú de tratamiento con uno de lavado frecuente. En el caso de que estemos ante un cabello con caspa, es recomendable diagnosticar de dónde viene, ya que a veces puede deberse a un exceso de grasa o porque puede haber una dermatitis o psoriasis de fondo.
Si tengo el pelo graso, tengo más riesgo de caída
Verdadero. Según los expertos, los depósitos de grasa del folículo piloso taponan el orificio y no permiten que el pelo siga su ciclo con normalidad, sobre todo si ese folículo está determinado genéticamente para la alopecia. Sin embargo, tampoco es oportuno lavarse cada día con un champú anti seborreico porque al final, puede provocar un efecto rebote. Lo ideal es alternar este champú específico con uno para uso frecuente extra suave.
Fumar incrementa la posibilidad de que se caiga el pelo
Verdadero. Todo aquello que pueda dificultar el transporte de vitaminas, minerales y nutrientes que la sangre aporta a las células del organismo, también dificulta el crecimiento normal del folículo piloso.
Es decir, fumar provoca un daño en la microcirculación del folículo piloso que hace que no nos lleguen los nutrientes. Fumar altera muchísimos mecanismos, como pueden ser la producción de estrógeno. Por eso conviene que los fumadores aumenten el consumo de vitamina C, antioxidante que favorece que no se caiga tanto el pelo y que además protege los bronquios y el resto de la piel. Porque otro de los efectos es que la piel está mucho más reseca al fumar.
El consumo de alcohol está vinculado a la pérdida de cabello
Falso. Lo que sí es cierto es que la gente que bebe bastante, tiene el pelo con menos brillo y mucho más seco. Eso puede provocar que cosméticamente la imagen sea más débil. Realmente sí que afecta al buen cuidado del cuero cabelludo, pero no por eso dejará de existir.
Estar estresado hace que se caiga el pelo
Verdadero. De hecho, el estrés es una causa de alopecia. El estrés favorece que se pierda el cabello y la melanina, por eso salen las canas. Hace que disminuyan los niveles de hierro, de zinc y de vitamina B, que es lo que aporta la nutrición al cabello.
A esto se suma que entramos en un círculo vicioso: si estamos estresados, se cae el pelo; si el pelo se cae, aumenta nuestro estrés. Hay una relación muy íntima entre el estrés y los problemas de cabello.
Usar ceras, espumas, secador, planchas, etc., debilita el cabello y hace que se caiga
Falso. Todo lo que sea traumatizar la fibra capilar tiene consecuencias. Teñir el pelo hace que, por ejemplo, esté más sensible, por lo que habrá que darle unos cuidados específicos. Se recomienda optar por tintes vegetales sin amoniacos ni productos químicos que en teoría no estropean el cabello. Ya que en realidad el problema está en la raíz, no en el cabello que ya ha crecido. Sin embargo, cuanto mejor mantengamos las condiciones del cabello menos problemas tendrá.
Respecto al uso de espumas, ceras, etc., pueden utilizarse sin aumentar el riesgo de caída. Finalmente, el uso de planchas del pelo, tenacillas y secadores hay que hacerlo con moderación, ya que la aplicación continua de calor favorece que el pelo esté más debilitado y quebradizo.
Los peinados muy tirantes provocan la caída del pelo
Verdadero. No son convenientes. Llevar cada día peinados muy tirantes provoca que el pelo se rompa, además de que podría aparecer un tipo de alopecia por tracción. Eso no quiere decir que no se puede llevar nunca en coleta o trenzado. Hay que alternarlo y dejar que el pelo se airee, recomiendan ambas.
El pelo se cae más en otoño
Verdadero. Según los expertos, la caída del pelo en otoño no es un mito. Esto se debe a que entre finales de verano y principios de otoño existen más folículos pilosos en la fase telógena (es la última fase de la vida del cabello, donde se produce la pérdida o caída del mismo).
En otras palabras, se trata de una renovación del cabello. Evolutivamente los mamíferos cambiamos el pelaje de cara al invierno. Un pelo se sustituye por otro nuevo, por lo que no da lugar a una calvicie a largo plazo. Este proceso de aumento de caída, llamado «efluvio telógena», puede acentuarse en aquellos pacientes que además presenten algún tipo de factor concomitante como puede ser déficit de hierro, algún tipo de alteración hormonal (tiroidea o sexual) o estrés, entre otros.
Si te rapas la cabeza, el pelo sale más grueso
Falso. La realidad es que el diámetro del pelo es más grueso cuanto más cerca del cuero cabelludo se encuentra, así como en las puntas su diámetro se reduce. Por este motivo al rasurarse el pelo da la sensación de mayor densidad. Eso sí, raparte la cabeza puede ayudarte a disimular la calvicie incipiente.
Recomendaciones finales
Esperamos que te haya servido para conocer mejor todas aquellas dudas que quedaban en el tintero. Así que ahora es momento de consultar nuestros hábitos y concienciarnos de cuáles están dañando realmente el cabello y cuáles no.