La calvicie es un problema que a día de hoy afecta a millones de personas de todos los países del mundo. No es de extrañar que el número de individuos que han acudido a las clínicas en busca de respuestas no haya dejado de crecer. Y es que hay que recordar que los índices de alopecia están aumentando no solo en hombres, sino también en mujeres.
Aunque esto sea así, antes de recurrir a un injerto lo primero que se deberá hacer es acudir a un especialista y determinar verdaderamente las causas.
Determinar la causa el elemento crucial
Si bien es cierto, como hemos mencionado con anterioridad los índices de calvicie cada vez aumentan más. La causa más común se debe a un factor androgénico, pero también es cierto, que hay algunos malos hábitos que no ayudan ni favorecen.
Seguidamente vamos a mencionar algunos de los hábitos que pueden estar causando o enfatizando este problema y que antes de recurrir a un injerto es necesario saber y tener en consideración.
- El estrés
En los últimos años los niveles de estrés en general han aumentado mucho. Esto no solo ha conllevado a un aumento de ataques de ansiedad y dificultades de digestión, sino que también ha supuesto que el cabello se caiga con más frecuencia y abundancia.
El cabello es una de las partes más delicadas en cuanto a somatización se refiere. Cualquier tipo de cambio, en cuanto a temperaturas, hábitos, nervios puede afectarle. Por eso mismo debemos de tenerle en más consideración. Es muy importante cuidarlo y mantenerlo fuerte.
2. La alimentación
Parecerá que cualquier profesional de la salud, para cualquier cosa nos habla de este tema. Es ciertamente esencial. Los malos hábitos de alimentación, afectan no tan solo al cuero cabelludo sino a la pieza y a la fortaleza de nuestro cabello. Esto puede provocar que haya un aumento en la caída de nuestro pelo que hará que nos alarmemos.
No hace falta seguir ningún tipo de dieta estricta. Simplemente con tener una dieta equilibrada y que nos aporte los nutrientes y las vitaminas necesarios será suficiente. Obviamente sin olvidarnos de darnos un capricho de vez en cuando.
3. Los fármacos
Hay algunos tratamientos fuertes, como por ejemplo, la quimioterapia de los que ya conocemos de sus efectos. Pero no solo este tipo de medicación puede hacer que influya en nuestro cabello. Muchas veces no hay consciencia de la importancia que tiene conocer bien lo que nos tomamos. El hecho de no tomar medicamentos sin receta es esencial. Aunque hay medicamentos que no es necesaria una receta, no hay que abusar, ya que a largo plazo puede incurrir en nuestra salud.
A pesar de todos estos factores que pueden ser causantes, muchas veces no se trata de esto sino, por ejemplo, por causas hereditarias. La buena noticia es que si este es el caso, dados los avances en la cirugía en este campo, nuestro problema tiene solución gracias al trasplante capilar.
Si piensas en someterte a un tratamiento de injerto de cabello, te ofrecemos un poco más de información para que puedas valorarla junto a tu especialista.
Qué debemos tener en cuenta antes de recurrir a un injerto capilar
Una vez decidido el procedimiento adecuado y junto a un especialista decantarse por el injerto capilar, es muy importante tener en cuenta cuáles serán los cuidados a llevar a cabo. Nos referimos tanto a las jornadas previas como al post operatorio.
En cuanto a la semana previa, no debemos ingerir ningún medicamento antiinflamatorio o cualquiera de la familia de los anticoagulantes. En las semanas posteriores, deberemos de cuidarnos bien el cuero cabelludo y lavarlo con las indicaciones del médico.
Debemos dejar de practicar deporte entre 3-4 semanas después de la cirugía. El procedimiento debe dar unos resultados óptimos e indoloros. Por eso mismo deberemos de ser cuidadosos los días consiguientes a la intervención.
Preguntas a resolver
En este apartado, hemos creído oportuno resolver algunas de las preguntas más recurrentes que hemos hecho y encontrado en las redes.
En primer lugar, una de las más frecuentes es la incertidumbre de la duración de la cirugía. Cada paciente es un mundo y todo se lleva a cabo de manera personalizada. Dependerá de la cantidad de folículos a establecer. Por eso mismo, puede durar entre seis y nueve horas.
Otra de las cuestiones que más inquieta es si es algo doloroso y si en consecuencia se usa anestesia. Al tratarse de una intervención de una mínima invasividad, se trata de un proceso prácticamente indoloro. Se realiza mediante infiltración de anestesia local en la zona de la piel a trabajar. Administramos también un sedante suave, para ayudarte a estar relajado
El tiempo de rehabilitación, es decir, para volver a la normalidad, queremos aclarar que sí, hay que cuidarse y sobre todo tener cura de la zona afectada. Sin embargo, después de haberse realizado la intervención el paciente podrá irse por su propio pie. Igualmente, los expertos, normalmente sugerimos que durante los tres o cinco días después haya un reposo relativo. Ya que muchas veces sin darnos cuenta podemos favorecer la mala curación de las heridas.
Definitivamente, una de las preocupaciones mayores es la naturalidad del injerto. Los resultados, si la cirugía se lleva a cabo de una forma correcta, son naturales con el paso de los meses. Las primeras semanas pueden apreciarse pequeñas marcas de la cirugía y caída del pelo trasplantado, que con los meses reaparecerá.
Para finalizar solo nos queda que hacer un poco de resumen y reflexión. Aunque se trate de una cirugía de mínima invasión debemos tener en cuenta que debe ser la última opción a valorar.
La buena asesoría con especialistas indicados es clave para que el procedimiento sea efectivo. Ya no solo por los resultados sino también por el apoyo emocional, ya que se trata de algo a largo plazo y en ocasiones puede ser que nos desespere. La Doctora y Cirujana Marina Garrido, estará encantada de valorar tu estado para determinar el mejor tratamiento. Pide cita, la primera visita es gratuita.
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